Y vosotros que todo lo disteis
sin pensar en nada.
Y vosotros que sin quererlo
-algunos queriéndose morir-
despabilasteis mi corazón
en días repletos de sol,
aún siendo invernales;
conoceréis la manera
que tiene un ser humano
de recompensar a otro
sin más fondo en la cartera
que el que llena
el corazón humano
ese que todos poseemos
y que entristecemos
queriendo desahogar
nuestras iras y envidias.
Hazme fuerte,
sabio de corazón
y que esa ecuación,
que todo lo cura;
sane almas desamparadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario